Capítulo 10
Cuando el avión aterrizó en Piedraplata, una llovizna fina caía del cielo.
Elisa salió del aeropuerto arrastrando su maleta; al contemplar aquella tierra extraña y lejana, por fin sintió de manera real que había dejado a Simón por completo.
A partir de ese día, no sería más que una persona común que debía volver a echar raíces en un país extranjero.
Con los pocos ahorros que le quedaban, alquiló un pequeño apartamento en el casco antiguo y pasó luego tres días enteros ordenando la habitación.
Dobló las pocas prendas usadas que había traído y las guardó en el armario; colocó sobre el escritorio un caballete comprado en un mercado de segunda mano y, por último, rompió la copia de aquel certificado de matrimonio falsificado y la arrojó a la basura.
Cuando terminó todo eso, Elisa sintió como si hubiera vuelto a vivir.
Antes de llegar a Piedraplata, había vuelto a solicitar el ingreso para estudiar diseño artístico, y ese día por fin recibió la carta de admisión de aquella academia internac

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