Capítulo 35 ¡Se lo ruego, déjeme en paz!

Perspectiva de Liora. ¿Arrogancia? Esbocé una sonrisa amarga y cargada de burla. ¿De qué arrogancia podía hablar ahora? Abandonada por mi familia, con mi lobo espiritual dormido... incluso mi cara, de la que antes me enorgullecía, había sido destruido. ¿Con qué podía ser arrogante? Lo que imploraba... era solo para seguir viva. ... Cerré los ojos con dolor mientras las caras de quienes me habían humillado aparecían uno tras otro en mi mente. En estos tres años, ya no podía recordar cuántas veces supliqué, cuántas veces me arrodillé. ¿Qué diferencia hacía que ahora fuera a Soren? La humillación hacía mucho que había dejado de ser algo nuevo para mí. El primer año en el sanatorio, me prometí que haría pagar a todos los que me habían hecho daño. El segundo año, me decía que, si estaban dispuestos a dejarme salir, lo perdonaría todo y me iría de la tribu Lóbaros para siempre. Para el tercer año... solo quedaba desesperación. Electroshocks, encierro, medicamentos... Aquel tormento constante