Capítulo 24

Oigo los pasos de mi hermana subiendo las escaleras. Evidentemente no quiere hablar. Y, sinceramente, no tengo energía para perseguirla. No esperaba verla en casa. Estaba aquí para reunir algunas cosas para poder viajar a la manada de mi compañera predestinada, pasar un tiempo con ella mientras ella reunía sus cosas para venir a mudarse aquí conmigo. Mi compañera predestinada. En serio, conocerla por primera vez hoy fue como si el suelo se me hubiera resbalado debajo de los pies. Como si el tiempo se hubiera detenido. Escuchas historias sobre cómo se suponía que sería conocer a tu pareja predestinada, pero conocer a Aubrey fue todo lo que describieron y más. Sus ojos brillaban como piedras preciosas y, maldita sea, pensé que mi corazón se saldría de mi pecho. Ni me hables de las chispas que despertó su tacto... Mi lobo, Bo, se volvió loco en el momento en que percibimos su olor. Estaba listo para recogerla y llevársela a casa. ¡Marcarla y aparearse allí mismo! Habíamos estado esperando