Capítulo 76
Me dirigí al comedor para cenar, con ganas de volver a mi habitación y relajarme por la noche. Así que me sorprendió bastante ver a Callen, el guerrero que me había salvado de perderme mientras hacía cola. Me había saludado con la mano al entrar en el salón con otros guerreros y se acercó a verme con una gran sonrisa en el rostro.
—Bueno, hola, hola —le guiñó el ojo—. ¿No te habrás perdido en el camino hacia aquí, entonces? —bromeó, ganándose algunas miradas curiosas de los hombres que lo acompañaban.
Sacudí la cabeza y lo miré con desdén. “Oooh, qué gracioso. ¿Dejaste tu sentido del humor ahí afuera?”, pregunté, y él sonrió.
—Vamos, señorita Quinn, ¿cómo ha ido su primer día? He estado pensando en usted todo el día... —hizo una pausa momentánea—. Eso ha sonado mal, ¿no?
Uno de los otros guerreros que lo acompañaban lo miró con una sonrisa y asintió. “¿Fue por eso que Wes pudo derribarte?”
Callen le dirigió una sonrisa sarcástica. “Es curioso. Quinn sabía a qué me refería. Está trabaja

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