Tuve que obligarme a asistir a más tratamientos solo para demostrarle a Kaia que era más que capaz de hacer lo que se esperaba de mí. Haría que esta chica me quisiera. Aunque fuera lo último que hiciera. Me estaba volviendo loco que ella pareciera no quererme. Nunca antes me había encontrado con una loba de mi edad que pudiera resistirse a mí. Normalmente se desvivían por ponerme las manos encima. Estaba luchando contra las ofertas de citas de mi manada y más allá.
Sin embargo, esta loba parecía resistirse a mis encantos y me estaba volviendo loco. Necesitaba aumentar mi encanto. Hacer lo que me pedía y hacerle ver que no era un mal tipo. Cualquier cosa para atraerla a mi cama. La probaría antes de terminar aquí, de eso estaba seguro...
—Gracias por venir a otra sesión —me dijo Ben con una sonrisa ansiosa. Este tonto, juro que podría saltar hacia él y se cagaría encima. Estaba tan nervioso cuando estaba cerca de mí. Era muy divertido. Me encantaba la sensación de poder que me daba.
—¿N