Capítulo 37

Aunque Julia se esforzaba por negar lo del viaje, sabía lo que le pasaba a Percy. Lo había visto contemplando con ojos de amor a la criada. Además, después de años había vuelto a sonreír y se veía animado. Básicamente había recuperado la actitud que tenía de niño, aquella emanada del amor y la armonía con la que lo habían criado sus padres. Sin embargo, desde que Madame Katherine se quedó a cargo de su crianza, se había vuelto un hombre metódico y prácticamente sin emociones. Y aunque Julia jamás lo admitiría en voz alta, le agradaba esta nueva versión de Percy. De hecho, se había decepcionado de Violet tras conocerla, pues era evidente que no tenía ninguna influencia positiva sobre su patrón. Sin embargo, aún tenía esperanzas de que ella lo cambiara, pues el matrimonio de los padres de Percy también había sido arreglado por la señora Katherine y todo salió tan bien que, a la larga, la pareja terminó enamorándose. Por eso confiaba en que algo similar sucedería entre el joven fruto de a