Capítulo 58

Violet caminaba de un lado a otro. Había logrado acomodar sus compromisos en dos meses, pues quería volver cuanto antes a casa. Lo primero que haría al poner un pie en Nueva Orleans sería asegurarse de que la señora Katherine obligase a Percy a divorciarse. Había llegado la hora de recuperar a su hombre. Por el momento, lo único que podía hacer era asegurarse de que su amado fuera el hombre distante y poco cariñoso al que estaba acostumbrada. Y solo una persona le podía dar esa información: Julia. Le marcó, pero en esta ocasión la empleada se tardó en contestar. "¿Por qué tardaste tanto?", lanzó, con los nervios destrozados. "¿Cuál es la pri…", comenzó la empleada. "Necesito que instales una cámara en la habitación de Percy. La quiero bien escondida y en un punto en el que pueda ver todo lo que sucede en su cama". "No puedo hacer algo a…". “¡¿De verdad necesito chantajearte cada vez que te pido que hagas algo?!”, explotó la artista. "No puedo instalar una cámara en la habitación del jo