Capítulo 149

Ante eso, Agustín se animó de inmediato, ya no sentía el dolor. Asintió y dijo: "Está bien, no permitiré que una persona violenta como Sam quede impune". Victoria estaba fuera de sí por la ansiedad. Fue sólo en ese momento que se dio cuenta de la clase de persona despreciable con la que había tenido una aventura. Ella gritó enojada: "¡Agustín, bestia! ¿Cómo pudiste hacer esto?" Agustín había estado con Victoria durante un año y había desarrollado algunos sentimientos por ella. Pero el hecho de que Victoria acabara de intentar enviarlo a la cárcel lo hizo sentir traicionado. Ella no tenía corazón, ¡por supuesto que él no tenía por qué serle leal! La miró con frialdad y dijo con descaro: "No tengo las tendencias masoquistas que tienes tú. Sam cree que puede hacer lo que quiera porque es rico. Si se atreve a pegarme, debería ir a la cárcel. Ay, me duele mucho la muñeca. Si el médico dice que es una herida menor, lo demandaré hasta que esté entre rejas". Victoria lo miró en estado de shock