Capítulo 434

"¿Mío?", preguntó Diana mientras se señalaba a ella misma. Estaba un poco atónita. "¿Es de L...?". Diana ya no era la dueña de L, ni siquiera de nombre. ¿Por qué le daban productos nuevos? "Tal vez es un error", dijo Diana mientras sacaba el celular para llamar al gerente de la tienda. Pero la recepcionista se mostró firme y le dijo, "Señorita Winnington, estamos a punto de salir del trabajo. Por favor, fírmelo. Estoy segura de que esta ropa es para usted". Diana no podía soportar molestar al personal, así que dijo, "Por favor, envíelo a mi habitación, entonces". Al entrar en su habitación, no tuvo tiempo ni de encender las luces ni de quitarse los zapatos antes de que un sonido de su computadora le anunciara que tenía un correo electrónico. Ya era muy tarde. ¿Quién podía ser? ¿Era el señor Crawford que quería confirmar los detalles de la inversión? Durante su encuentro en persona de hoy, conversaron más que cuando lo hicieron en línea. Diana sintió que la mujer en el corazón