Capítulo 497

Aunque Diana no iba en busca de problemas, eso tampoco significaba que le tuviera miedo. Especialmente ahora, cuando la situación la encontró a ella. "¡Basta!", Diana gritó mientras se daba la vuelta. Miró a Simon, cuyos ojos seductores tenían un destello de maliciosa travesura. "¿Qué quieres?". "Nada", respondió Simon con facilidad, abriendo de golpe su abanico y colocándolo ligeramente bajo la barbilla de Diana. "Simplemente quería presentarme". Diana se echó hacia atrás, evitando el abanico. "¡Estás loco!". "Sí, y deberías recordarlo", dijo Simon. Aunque su abanico no dio en el blanco, no se enfadó. Simplemente se acercó a Diana y le dijo en voz baja, "Estoy loco". Le dio un golpecito en la cabeza con el abanico y desapareció por el pasillo del hospital. El familiar de la víctima, que antes estaba gritando y chillando, también desapareció sin dejar rastro. Cuando llegó el guardia de seguridad, todo estaba de nuevo tranquilo. Si no fuera por la sangre que había en el suelo, D