Capítulo 594

Él incluso estaba tratando de limpiar el nombre de Diana. Resultó que él siempre sabía lo que a ella le importaba, aunque nunca lo dejara claro. Aun así, este no era el mejor lugar para una confesión. Julian no tenía intención de confesar. Ni siquiera sabía que su amada Diana, por la que tanto suspiraba, estaba aquí. Se arrodilló porque ya no le importaba su dignidad, ni siquiera su orgullo. Lo único que quería era saber dónde estaba Diana. Había tantas personas y tantos pares de ojos alrededor, que era mejor que él buscándola solo. Desde que se dio cuenta de que amaba a Diana, se volvió más humilde y dejó de considerarse invencible y todopoderoso. Miraba a cada persona de la multitud, con el cuerpo erguido y el perfil lateral perfecto como la estatua de un dios griego. Su postura arrodillada no disminuía en nada su aura de mando y, en cambio, hacía temblar de incertidumbre a los que estaban ante él. Algunas personas de la multitud incluso empezaron a arrodillarse lentamente an