Capítulo 659
"Claro", insistió Julian. "Me siento terrible cuando escucho su nombre".
Se inclinó más hacia Diana y se desabrochó los dos primeros botones de la camisa, dejando al descubierto el cuello. "Huéleme. ¿Hueles algo agrio?".
"Sí, sí". Diana se pellizcó la nariz y fingió alejarse de él. Se echó hacia atrás sobre los talones e intentó escapar del sofá.
Pero los largos brazos de Julian se estiraron y la abrazaron, haciendo subir la temperatura entre los dos...
"Diana, tengo hambre".
Su voz era cálida y suave, y su aliento caliente escupido contra sus oídos, haciéndole cosquillas y tentándola al mismo tiempo. Le calentaba el pecho y le zumbaban las orejas.
Cuando se despertaron, ya eran las cuatro de la mañana.
Estaban hambrientos, se saltaron la cena. En un principio, Julian quiso llamar al personal de cocina para que le enviaran algo de cenar.
Diana se cambió y detuvo a Julian a tiempo. "No lo hagas. Bajemos y preparemos algo nosotros mismos".
Ella caminó descalza por el suelo, pero

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