Capítulo 10

Sieramar, Centro del Instituto de Investigación de Plantas. Isabel miraba el plan de trabajo del equipo de logística que tenía entre las manos, y su corazón se hundía poco a poco. Su currículum no tenía nada que pudiera criticarse, y sus tres artículos de núcleo también eran excelentes. Pero ahora, solo porque tenía la mano derecha enyesada, todos los grupos de investigación la habían rechazado. Al final, Javier Medina la había asignado al equipo de logística. El trabajo diario consistía en regar las flores del laboratorio y limpiar. Aquella tarde, estaba ordenando archivos en la sala de documentación. Como no podía hacer fuerza con la mano derecha, solo podía usar la izquierda para mover los pesados expedientes antiguos. Con el centro de gravedad inestable, el volumen que estaba más arriba resbaló de golpe con un "¡zas!" y cayó a sus pies. Se agachó y trató de recogerlo torpemente con la mano izquierda. Era un movimiento muy sencillo, pero para ella resultaba increíblemente difícil. L