Capítulo 46
María, después de un breve pensamiento, dijo: —Señor Alejandro, estos son los medicamentos que el médico me dio al salir del hospital, para el dolor.
Alejandro parecía no creerlo; tomó el frasco de medicamentos de su mano, su mirada afilada recorriendo el nombre en la etiqueta, con una expresión aún más profunda en los ojos.
Silenciosamente vertió una pastilla, que cayó por su manga.
Luego, devolvió el frasco.
—Si aún no te has recuperado, descansa temprano esta noche y mañana acompáñame a la casa de los García.
Alejandro hablaba con desinterés, pero sus palabras hicieron surgir una oleada de emociones en el corazón de María.
¿Casa de los García...?
¿Eso significaba que volvería a ver a Diego?
María pensó que, después de aquella vez, no habría más oportunidad de encontrarse. Al pensar en Diego, su corazón se llenó de un peso insoportable.
A la mañana siguiente, temprano.
Ricardo llevó a Javier a su clase extraescolar, mientras María acompañaba a Alejandro y Carmen a la casa de los Garc

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