Capítulo 12
Por su parte, Elena, tras haber sido reprendida dos veces seguidas por Eugenio, también se enfadó muchísimo.
Sin embargo, al ver los ojos enrojecidos de Eugenio, Elena decidió no molestarlo en ese momento y se marchó a toda prisa con su bolso.
Eugenio apesadumbrado se quedó sentado en el sofá, abrazando con dolor la botella, y fue entonces cuando se dio cuenta de cuánto había descuidado a Julieta durante todo este tiempo.
Las cosas de la casa habían ido desapareciendo poco a poco, pero él no se había percatado de eso en lo absoluto.
La foto de ambos en la sala, la manta tejida juntos sobre el sofá, incluso hasta los juguetes de madera que habían hecho juntos en la habitación del bebé, en el piso de arriba en fin...
Hasta ese momento Eugenio se dio cuenta de que en esa casa ya no quedaba ningún rastro de Julieta.
—Señor Eugenio.
Cuando Eugenio llamó a las empleadas del hogar, ellas se mostraron algo temerosas.
—¿Por qué han desaparecido todas las cosas de la casa?
Las dos empleadas se m

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