Capítulo 61

Freya "Miren quién se dignó a volver a casa", una voz dijo.  No tenía idea de quién era el hombre, pero su cabello castaño desgreñado caía en su frente de una manera descuidada. Además, sus ojos eran verdes y estaban llenos de codicia, y toda su ropa era negra y se perdía en medio de la oscuridad. Por eso, era casi imposible ver su rostro.  A quien sí pude reconocer era al hombre que apareció detrás de él. Se veía peor que nunca.  "¿P-padre?" Pregunté con voz entrecortada. Sentía mi lengua muy pesada, como si estuviera hecha de plomo, y todo mi cuerpo se había entumecido por el miedo que invadió mi cuerpo al ver a los dos hombres que tenía frente a mí. ¡Era imposible! ¡Mi padre no podía estar dentro de la casa! La llave de repuesto había estado debajo de la alfombra y el buzón había estado lleno de facturas. ¿Acaso había caído en una trampa?  De pronto, las luces se encendieron y me di cuenta de que mi padre había estado viviendo en casa desde hacía mucho tiempo. Había montones de bote