Capítulo 1129
Lucille escudriñó la habitación y su mirada se posó en las prisioneras que se levantaban del suelo y de la piscina. Sonrió y dijo con naturalidad: "Mi colchoneta está mojada. ¿Quién quiere intercambiar conmigo?"
Nadie pronunció una palabra.
Lucille señaló a la hermana Gouri con indiferencia y satisfecha. "Muy bien, entonces eres tú".
La hermana Gouri se quedó sin palabras.
¡Maldita sea! ¡Ella tampoco había aceptado hacer un intercambio!
Sin embargo, dada la dura lección que acababa de experimentar, a pesar de la infinita renuencia del corazón de Sis Gouri, no tuvo más opción que entregar su estera para dormir.
Luego, la hermana Gouri le arrebató una estera a otra prisionera.
A Lucille no le importó lo que estuvieran pensando. Simplemente se sentó en la cama de hierro y cerró los ojos para descansar.
Su cuerpo había sido envenenado y aún no se había recuperado por completo. Todo lo que podía hacer era meditar y eliminar lentamente la reacción del veneno poco a poco.
En la mazmorra de ag

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil