Capítulo 1270

El ruido, que una vez fue fuerte y bullicioso, se disipó en ese momento. Lucille se sintió como si la hubieran arrojado al vacío, completamente aislada de toda la información sensorial del mundo exterior. Cuando estaba ciega y no podía ver, se mantuvo serena y tranquila. Pero ahora, después de que su audición también había desaparecido, se sentía como si el mundo la hubiera abandonado, como si ya no pudiera conectarse con los sonidos del exterior, como si ya no pudiera escuchar esos mensajes. El pecho de Lucille se apretó mientras un sabor dulce y metálico brotaba de su garganta. Al segundo siguiente, escupió una bocanada de sangre fresca. Frenéticamente, buscó a tientas un pañuelo para limpiarse la boca, haciéndolo una bolita con fuerza en su mano antes de que alguien pudiera notarlo. Afortunadamente, a medida que el veneno disminuía gradualmente, los sonidos del exterior comenzaron a regresar. Lucille podía oír los ruidos de barrido a lo lejos, el sonido de Jolene limpiando las mesas