Capítulo 144

En la sala privada, Alexia miró las gachas y las guarniciones que la camarera había dejado frente a ella. Tenía que admitir que Damon era muy considerado. Su resfriado no se había ido del todo y no tenía mucho apetito. Podía comer un poco, aunque sin demasiadas ganas. Mientras iban de camino, Damon no le preguntó qué le apetecía, sino que la llevó directamente a Roses Appeal. Nada mejor que la fragancia de las rosas de ese lugar para aliviar cualquier malestar, de tal forma que la comida resultara estimulante, aun teniendo pocas ganas. Así que pidió este reservado, al que ni siquiera los más ricos podían acceder, y ordenó platillos ligeros, siempre pensando en Alexia, que todavía estaba enferma. Fue en ese momento que ella comprendió el motivo por el cual ninguna de las novias anteriores de Damon hablaba mal de él. Y era por la sinceridad que manifestaba cuando pretendía a una mujer. Viendo su mirada ausente, Damon le preguntó: "¿En qué estás pensando?" Al mismo tiempo, le acercó otro