Capítulo 9
De esta manera pasan varios días, y ella solo come, duerme, y vuelve a comer. La rutina continúa así, y ella vive como si no tuviera ningún propósito en la vida. Cuando tiene ganas da un paseo por el jardín, o busca a Enoch y se cuentan chistes y ríen juntos. Cada vez que su hermano saca a relucir el asunto de Edward, ella cambia de tema. Así transcurren dos semanas, hasta que despierta un día y finalmente toma su teléfono. Ve varios mensajes de su amiga Verónica, sin mencionar los múltiples mensajes de voz. Sonríe débilmente y se dice a sí misma:
“Vero, hasta me olvidé de ti, ¿qué he estado haciendo todos estos días? ¿Me he vuelto completamente loca a causa de un corazón roto? Es hora de que tome las riendas de mi vida y haga algo".
Se levanta de la cama y camina hasta el baño. Luego de varios minutos, sale vestida con un vestido liso rosa, tacones altos, y un bolso Gucci marrón. Su cabello suelto cae sobre su espalda y llega hasta sus nalgas. Se pone gafas rosadas, se mira al espejo y dice:
“¡¡Ahora es el momento!! ¡¡Oh!! ¿No soy hermosa?".
Se encuentra con su hermano cuando baja las escaleras, y él la mira asombrado y le pregunta:
"¿Adónde va Lexie, la mujer más hermosa del mundo?"
Ella sonríe y responde:
"Voy a salir a ver a una amiga. Mi única amiga. Por cierto, ¿dónde encuentro un taxi?"
Él se ríe, sacude la cabeza y le dice:
“Tienes tres autos, querida, elige el que más te guste. Pero al menos por ahora, haré que Enoch te acompañe, ya que disfrutas su compañía.”
Mientras habla, ignora el hecho de que ella se ha quitado las gafas y lo está mirando boquiabierta. Cuando termina de hablar, ella le da un rápido abrazo y baja corriendo las escaleras mientras grita:
“Te amo, hermano, eres el mejor hermano en todo el ancho mundo".
Luego grita:
“Enoch, ¿dónde estás? ¡¡Nos vamos ahora mismo!!".
Jonas se ríe a sus espaldas y sacude la cabeza. Sigue subiendo las escaleras, pero su teléfono suena, así que se detiene y contesta la llamada:
"¡Habla!".
La persona al otro lado de la línea responde:
"Su cuenta bancaria está casi vacía, solo le quedan dos mil millones en ella. ¿Cuál es el siguiente paso, señor?".
Jonas se queda en silencio por un minuto y luego responde:
"Haz que los accionistas de su empresa se retiren de ella hasta sumar otros dos mil millones".
"¡¡Sí, señor!!" Llega la respuesta del otro extremo.
Jonas termina la llamada y se dice a sí mismo:
“Mil millones por cada año que mi hermana sufrió en tu casa. Solo te tengo misericordia por los sentimientos que ella tiene por ti”.
….
En un centro comercial, dos personas caminan tomadas de la mano, y las personas a su alrededor les toman fotos mientras compran artículos para el hogar. La gente comienza a publicar estas imágenes con comentarios que dicen cosas como:
“¿Están viviendo juntos ahora? Una pareja de verdad encantadora".
Otro escribe:
“Estamos esperando la fecha de la boda”.
“Edward es una persona generosa para frecuentar a una mujer que ha sido violada. Les deseo a ambos lo mejor".
Varios mensajes aparecen en la web, y la gente empieza a hablar de la relación. Pero no se olvidan de la malvada Alexia, que había conspirado contra ellos. Cecelia mira a su alrededor, ve a la gente observándolos, y tira de la camisa de Edward mientras dice en voz baja:
“Mira a tu alrededor, todo el mundo está mirando hacia acá. Creo que ya han difundido la noticia de que estamos juntos. ¿Cuándo nos vamos a casar?”.
Edward mira a su alrededor y frunce el ceño por un instante, pero disuelve esa expresión tan rápido como aparece y exhibe una sonrisa. Aprieta ligeramente el hombro de ella y le susurra:
"Ya te he hablado de mi situación, no podré darte la magnífica boda que te mereces hasta dentro de un par de meses".
Ella asiente en silencio y responde:
"Entiendo, pero ¿qué tal si anunciamos antes nuestro compromiso, y así calmamos un poco los chismes?"
Edward asiente con la cabeza y responde:
“Me parece bien, lo haré esta noche en una conferencia de prensa. No te preocupes por nada, ¿de acuerdo? Recuerda tu estado, y mantén la calma”.
….
Ella va conduciendo, y se detiene repentinamente frente a un edificio de dos pisos. Sale apresuradamente del vehículo antes de que Enoch pueda abrirle la puerta y entra corriendo al edificio. Enoch mira a su alrededor, observa a un grupo de chicos que parecen una pandilla a unos metros de distancia, y hace un gesto con su arma en dirección a ellos. Los chicos desaparecen del lugar, y él hace un gesto de burla y luego sigue a Alexia dentro del edificio. La observa sacar una llave de un ladrillo roto en la pared, y niega con la cabeza. Entran en una habitación, y nota que todo está ordenado, a diferencia del resto del edificio, que tiene basura esparcida por todas partes. Ella le muestra un sofá, y él camina hacia ahí y se sienta. Mira a su alrededor y ve una imagen en la pared: dos mujeres sonriendo muy felices. Ve que una es Alexia, así que la otra solo puede ser Veronica. Sonríe ante la foto mientras recuerda todo lo que había dicho Alexia sobre ella de camino a su casa. Está muy tranquilo y relajado, hasta que Alexia aparece con dos máscaras, y le da una.
“Usa esto, y recuerda, somos ladrones y estamos aquí para secuestrarla. Ella no debe saber que soy Alexia, ¿de acuerdo". Dice con una sonrisa furtiva en su rostro.
Enoch ve esto y piensa:
"¿Qué está tramando esta vez? Tengo que obedecer su orden, pobre Veronica. Me disculparé contigo más tarde".
Él se pone la máscara, y ella se pone la suya. Tan pronto como lo hacen, escuchan tacones afuera en el corredor, y ella sonríe maliciosamente y pregunta:
"¿Estás listo para la accion?"