Capítulo 10
Rosa no volvió a mirarlo ni una sola vez; simplemente bajó la mirada y continuó rasgando y cortando, con total concentración, el vestido de novia que llevaba puesto. Cortaba con una fuerza descomunal. A medida que grandes trozos de aquel exquisito vestido iban cayendo al suelo, la sonrisa de Ezequiel se congeló en su rostro y luego fue desvaneciéndose poco a poco.
Ese vestido lo había diseñado él mismo. Recorrió el mundo buscando la mejor tela y contrató al diseñador principal de una casa de moda reconocida, que tardó medio año en confeccionarlo.
Sin embargo, ahora ella lo destruía sin piedad, pedazo a pedazo.
—Rosa, ¿qué estás haciendo?, ¿por qué estás cortando el vestido?
Aunque intentó mantenerse sereno, su voz temblaba levemente.
Un mal presentimiento creció en su pecho.
¿Rosa se habría arrepentido de casarse? ¿Ya no quería casarse con él?
Pero la realidad resultó ser más cruel de lo que jamás hubiera imaginado.
Justo cuando iba a arrebatarle las tijeras a Rosa, ella dejó caer todo

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil