Capítulo 1914
Josefina había descansado durante una hora.
Cuando salió de la habitación, vio al maestro Fabián sentado en el patio, observando atento los objetos malignos que ella había neutralizado.
No dejaba de acariciar pensativo su barba mientras lo hacía.
A primera vista, se podía percibir la tremenda confusión en su rostro.
Bernardo no estaba.
Sin embargo, justo cuando Josefina empezaba a caminar hacia el maestro Fabián, Bernardo en ese momento abrió la puerta y salió de una habitación adyacente.
—¿Descansaste bien? —Preguntó Bernardo mientras se acercaba preocupado.
Sus ojos estaban fijos en Josefina.
Al ver que Josefina ya no estaba tan pálida como antes, soltó un suspiro de alivio.
Josefina respondió: —Sí, ahora ya no tengo nada de qué preocuparme.
—Josefina, ¿despertaste? ¿Este objeto maligno ya no tiene rastros de maldad? ¿Fuiste tú quien lo hizo? —Preguntó el maestro Fabián, volviendo su mirada hacia Josefina y Bernardo.
Sus ojos reflejaban una profunda sorpresa y curiosidad.
Incluso hab

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil