Capítulo 1917

Josefina nunca escatimaba en elogios y siempre le decía cosas bonitas a Bernardo: —¡Eres bastante bueno, Bernardo! Cuando empecé a leer este libro, al principio no tenía paciencia y muchas veces solo seguía mi intuición. Pero tú, después de escuchar una sola vez, ¡ya lo entendiste! Eres la persona más talentosa que he conocido. Bernardo, se sentía halagado por los sinceros cumplidos, aun así respondía con humildad: —No soy tan bueno como dices. —¡Te dije que eres increíble, en verdad eres increíble! —Josefina no estaba bromeando ni era por miedo a desmotivar a Bernardo lo que la hizo halagarlo. Fue completamente la habilidad de Bernardo la que la hizo elogiarlo con sinceridad. Bernardo reía sin parar: —Está bien, si dices que soy increíble, entonces en verdad lo soy. Él había estado trasnochando estos días, tratando de terminar de leer todo este libro. Quería que ella lo elogiara aún más. Teodoro, quien estaba parado fuera de la oficina, escuchaba atento el monólogo de Bernardo y su im