Capítulo 1921

El maestro Fabián también exclamó con asombro: —El destino es maravilloso. Justo en ese preciso momento, alguien llegó a la puerta. Se llevó a cabo un interrogatorio poco amistoso. —¿Quién eres? Esta pregunta, con claridad, estaba dirigida a Josefina. Por fortuna, hoy Josefina no llevaba su propia ropa, sino que se había puesto una prenda que Bernardo había preparado con anterioridad. Por lo tanto, ahora, al ser vista por los demás, Josefina no se alarmó. Ella miró hacia Lilia, quien había entrado con un aire amenazante. Bernardo, con voz fría, fue el primero en responder: —No necesitas saber quién es ella. Claudio frunció el ceño al ver a Lilia: —¿Por qué has venido? —Abuelo, hace varios días que no te veo, hoy vine especialmente a verte. No esperaba encontrarme también con Bernardo aquí. —Explicó Lilia con un tono algo coqueto. Sin embargo, sus ojos no se apartaban de Josefina. En la ciudad A, nunca había visto a una mujer tan hermosa. Y parecía que Bernardo se preocupaba demasiado p