Capítulo 1938
Pero ¿cómo podría encontrar a Bernardo?
Mientras se sentía algo confundida, de repente, vio varios hombres a caballo que se acercaron con rapidez.
Ya era un día de mucho viento y arena, y estos caballos corrían tan veloz que las pezuñas levantaban aún más polvo y arena.
Incluso había granos de arena que golpeaban su rostro.
Ella cubrió su cara con un paño, pero aun así, la arena la hacía incapaz de abrir los ojos.
—¡Alto!
—¡Rápido! No podemos dejar que el ejército nos alcance, ¡o sino estaremos acabados!
—¿Quieren alcanzarnos? ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Todos esos soldados son unos verdaderos inútiles!
—Esta vez es diferente, Bernardo viene con el ejército de la casa de los Guzmán a la ciudad periférica, esta vez los que nos persiguen son del ejército de la casa de los Guzmán, ese tal Bernardo es un hombre despiadado que ha asesinado a gran cantidad de líderes de organizaciones malvadas en el camino, ¡no podemos caer en sus manos!
Entre el viento y la arena, Josefina escuchó la conversación de

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