Capítulo 989
Especialmente cuando no tengo apetito, encontrar algo que comer como la pasta resulta ser una opción ligera, nutritiva y reconfortante.
Haila se iluminó al escucharlo. —¿Pasta con tomate? ¡Justo estaba pensando esta mañana que sería increíble poder disfrutar de un plato caliente de eso en El País de Piedraplata!
Ana se llenó de expectativa.
Disfrutar de algo tan sencillo como la pasta realmente reconforta en estos momentos.
—¡Definitivamente, Ignacio es quien mejor me entiende! ¡Te quiero tanto, Ignacio! Por cierto, Anita, ¿te gusta la pasta? Si no, puedo pedir que los sirvientes preparen otros desayunos.
Ana respondió: —Yo también estaba pensando en pasta.
Al escuchar esto, la sonrisa de Haila se hizo aún más brillante. —Sería maravilloso si los tres fuéramos una familia. Incluso nos gustan las mismas cosas, lo que haría todo más fácil para los sirvientes.
A veces, quien habla no tiene intenciones particulares, pero quien escucha puede interpretar demasiado y malinterpretar.
Ignacio o

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