Capítulo 32

Desde la comodidad de su vehículo, Alexandra observó con odio el restaurante que tenía frente a ella. El elegante revestimiento rojo del edificio, los lechos de flores perfectamente ubicados en cada esquina y las puertas de vidrio transparente casi hicieron que la rubia se olvidara de la incómoda sensación que tenía en su pecho. De algún modo, ella sabía que estaba tomando una mala decisión, pero no podía explicar por qué. Alexandra suspiró por quinta vez antes de apartar la mirada del restaurante para tomar su abrigo, el cual estaba cuidadosamente colgado sobre uno de los asientos. Independientemente de lo que estuviera pensando, ella no iba a obtener las respuestas que estaba buscando mientras estuviera sentada en su auto. Después de reflexionar un poco, se puso su abrigo sobre su sostén deportivo, ya que no tuvo tiempo para ponerse ropa más apropiada para la ocasión, y salió del vehículo para acercarse al restaurante con la cabeza en alto. Ella pudo encontrar rápidamente a Lucien g