Capítulo 138
Nicolás conducía a gran velocidad. Cubrió una hora de distancia en media hora. Después de estacionar el auto, entró corriendo. Encontró a Zara sentada en el sofá del pasillo, mirando hacia adelante aturdida.
“Zara…”
“Nicolás…”
Ella se levantó frenéticamente y se arrojó sobre él. Él la abrazó con fuerza y exhaló un suspiro de alivio.
¿Dónde está Eva?
"Dormido."
Él besó su cabeza con seriedad, “No vayas más al parque. Instalaré un parque infantil en el patio trasero y también construiré una casa de muñecas”.
"Estoy asustado. Él me llevará. Moriré si me separo de ti y de Eva".
"No digas eso". Él tomó su rostro entre sus manos, “Él no puede alejarte de mí. No dejaré que eso suceda. ¿Me crees?"
Ella asintió, las lágrimas brotaban de sus ojos.
"No llores". Le limpió las lágrimas de la cara con el pulgar. Le dolía el corazón al verla llorar.
Para tranquilizarla, sonrió y dijo: “Mírate… tus ojos están hinchados y tu nariz roja. Pareces un payaso.
“Tú…” Ella le dio una palmada en el brazo y se

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