Capítulo 16
Me puse el uniforme de trabajo: —Ya lo sé, déjamelo a mí, puedes irte.
Ella asintió y se marchó. Me acerqué a la mesa: —¿Qué van a tomar?
—Ramón, ¿no es Patricia?
Desde que entré, Ramón no me había quitado la mirada de encima, lo que me tenía bastante molesta.
Tomó el menú con aire arrogante: —Sí, es ella.
En los ojos de los demás había sorpresa, incomprensión y cierta curiosidad.
—Pidan lo que quieran, hoy invito yo. —Dijo Ramón, agitando el menú.
Mientras me miraban de reojo, empezaron a pedir cualquier bebida. Tomé nota y me di la vuelta para irme.
Pasé varias veces por la mesa, pero no crucé palabra con Ramón.
La última bebida era la suya; estaba claro que había dejado su café para el final, esperando que yo le dijera algo.
Pero no pensaba darle ese gusto.
Dejé la taza frente a él y me giré para marcharme.
Al final fue Ramón quien no aguantó y se levantó: —¿No tienes nada que decirme?
Me volví a mirarlo: —Sí que tengo.
Él sonrió, como si lo hubiera adivinado: —Si dejas de hacer ber

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