Capítulo 50
—Ya lo verás. —Me soltó Ramón en tono amenazante antes de colgar.
Yo, ocupada en preparar la documentación para entrar a trabajar, no tenía tiempo ni ganas de pensar en eso.
A la mañana siguiente.
Recibí una llamada de la dirección de la universidad. Creí que era porque Pablo había llegado ya.
Pero, al llegar a la oficina de disciplina, me encontré con Ramón allí dentro.
Fruncí el ceño, sintiendo que algo malo se avecinaba.
Ramón estaba junto a Fernando, señalándome con cara de víctima: —Tío Fernando, fue ella la que me habló de forma tan cruel que terminé haciéndome daño.
El rostro de Fernando se ensombreció al instante.
Yo, por dentro, solté una carcajada irónica, Ramón ni siquiera sabía medir sus palabras; ¿en este contexto llamarlo tío al rector?
—Patricia, explica lo ocurrido. —Pidió Fernando con desgana.
Gonzalo se adelantó, altivo: —¿Qué hay que explicar? Ayer te dijimos que encontraras pruebas antes de hoy. ¿Las tienes?
Negué con la cabeza: —Ramón me está difamando. No pueden e

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil