Capítulo 86
—¿Quieres que te ayude? —Pablo arqueó levemente una ceja.
Exhalé un largo suspiro: —Mañana llega media hora más tarde, ¿sí?
Él me lanzó una mirada profunda y, tras unos segundos, asintió.
Al día siguiente, llegué temprano al restaurante para esperar a Pablo. Conmigo estaba Daniela.
Mientras repasaba el menú, se inclinó hacia mí y murmuró con sorna: —¿Era necesario arreglarte tanto solo para vengarte?
Acomodé la falda amarilla que había comprado para el baile de graduación.
Me acomodé los rizos en grandes ondas y, con un espejito, retoqué el labial: —Una cosa es enfrentar a las enemigas, y otra muy distinta es cenar después.
Daniela me observó con los ojos entrecerrados, divertida.
Le di un empujoncito, riendo: —Ya, ya. Además, Pablo estará aquí. No quiero que me vea siempre con la misma cara apagada.
Esperamos un buen rato hasta que, por fin, llegaron Irene y Lucía.
Irene vestía un llamativo vestido de tirantes con una abertura escandalosa hasta el muslo: —Lucía, esta es la casa de com

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil