Capítulo 24

adelina Al instante, Alfa Dareck encendió el interruptor de la luz mientras se sentaba en la silla que yo había escondido en la esquina de mi habitación. Su mirada mortal todavía estaba enfocada en mí y sus brillantes ojos dorados ahora se estaban volviendo de un negro sólido, estaba congelada en el lugar ante la vista frente a mí. Sentí que sus ojos recorrieron intensamente mi cuerpo y se deslizaron hacia arriba, deteniéndose en mis pechos. Vi su mano frotar la dureza debajo de sus jeans y se mordió el labio. Mi lobo lloró de alegría al verlo, rogando que le desnudáramos el cuello para que nos marcara. Sentí un grito ahogado salir de mis labios cuando él se levantó y caminó hacia mí, noté cómo su ajustada camiseta gris se pegaba a cada hundimiento de sus músculos y sin siquiera tocarme me estaba poniendo tan frenética y necesitada. Aún congelada en el lugar, observé el mal que se filtraba de sus ojos. Casi me ahogué con el aire que escapaba de mis pulmones mientras él estaba allí, a c