Capítulo 264

Aunque se había disfrazado y ocultado el rostro bajo varias capas de tela, Eleanor no podía librarse de la inquietud que la carcomía. La perspicacia de Robert siempre había sido extraordinariamente aguda. Poseía un par de ojos profundos que parecían ver a través de todo y, bajo su mirada, hasta los más valientes podían sentir un hormigueo en el cuero cabelludo. Aunque no era nada común, Eleanor se encontró evitando el contacto visual con él. No importaba lo leve que fuera, existía el riesgo de que su disfraz no fuera suficiente. Robert conocía sus ojos demasiado bien. Y ella ciertamente no quería exponerse frente a todos. Él era la mayor amenaza para su engaño. —Cuando trato a un paciente, prefiero que no me observen. Agradecería que todos pudieran salir de la habitación —Eleanor recuperó la compostura, su tono indiferente pero firme. —Entiendo que no confíes plenamente en mí —continuó, recorriendo la habitación con una mirada tranquila—, pero mi visita a la familia Williams no ha pasa