Capítulo 439

Robert hacía tiempo que no escuchaba a Samuel llamarlo "hermano". Se quedó quieto, con sus ojos oscuros fijos en el hombre que tenía delante. Samuel, a pesar de los días que habían pasado, parecía el mismo. Sin embargo, su mirada ahora era más oscura, ensombrecida por algo más profundo, algo más peligroso. Samuel se apoyó ligeramente en su bastón, con una postura elegante a pesar de su herida. Sus ojos, entrecerrados e ilegibles, reflejaban una tristeza inquietante. Los dos hermanos se miraron fijamente, en un silencio cargado de tensión. "De repente siento un poco de arrepentimiento", dijo Robert finalmente rompiendo el silencio, su voz fría y sin prisas. Samuel arqueó una ceja y una sonrisa cómplice se dibujó en sus labios. "¿Te arrepientes de haber venido aquí?" Robert entrecerró los ojos levemente y sus rasgos afilados reflejaron los últimos restos de luz que se desvanecía. —Lamento no haberte roto la pierna por completo cuando tuve la oportunidad. Las palabras cortaron el aire com