Capítulo 457

"Además, ¿cómo pudiste hacer tal desastre en mi botiquín? " La voz de Morris Harrison retumbó por la casa, con un agudo tono de frustración. Susan se estremeció y su rostro se puso rojo de culpa. "Yo... yo tenía un poco de prisa hoy", tartamudeó, retorciéndose nerviosamente las manos. "¡Lo limpiaré enseguida!" Sin esperar una respuesta, se dio la vuelta y salió corriendo hacia la cocina, dejando atrás a un Morris muy exasperado. Poco después, Susan regresó, balanceando con cuidado un cuenco humeante de caldo medicinal oscuro. El olor amargo llenó la habitación, pesado y familiar. —Eleanor, tu medicina está lista —dijo, extendiendo el recipiente con ambas manos. Eleanor lo aceptó sin dudarlo. Llevaba meses bebiendo ese brebaje, el tiempo suficiente para que el amargor ya no la afectara. Sin hacer muecas, inclinó la cabeza hacia atrás y bebió el líquido de un trago. Atrás quedaron los días en que necesitaba fruta confitada para disimular el sabor. Se había acostumbrado al fuerte sabor qu