Capítulo 547
Una repentina punzada de arrepentimiento retorció el pecho de Eleanor.
Ojalá no hubiera dejado que Leo fuera solo al baño.
Ojalá hubiera insistido en acompañarlo.
Tal vez, sólo tal vez, nada de esto hubiera sucedido.
Habían registrado cada lugar posible en busca de pistas. Imágenes de seguridad, salidas traseras, tiendas de los alrededores... nada. Ni una sola pista útil. Quienquiera que se hubiera llevado a Leo lo había hecho con una precisión escalofriante.
Sin errores. Sin rastros.
Fue como si se hubiera desvanecido en el aire.
Los dedos de Eleanor se apretaron alrededor de las mangas de su abrigo mientras su mente corría.
¿Quién podrá ser?
¿Porque ahora?
¿Por qué él?
Al notar la tensión que irradiaba, Luciano le dio un suave codazo para tranquilizarla, con voz baja y firme. «Oye, no te preocupes, jefe... Lo encontraremos. Te lo juro».
Pero Eleanor no respondió. Sus labios se apretaron en una línea dura y pálida. No era de las que se apoyaban en la esperanza. No cuando su hijo estab

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