Capítulo 559
El rostro de Eleanor estaba helado, su expresión tallada en piedra.
Un destello de impaciencia bailó entre sus cejas perfectamente arqueadas.
"No tienes derecho a decirme estas cosas", dijo ella con frialdad.
Su tono era casual, casi desinteresado, pero sus ojos contaban otra historia.
Fríos e inflexibles, brillaban con la agudeza de una espada desenvainada, cortando limpiamente los delirios de control de Hazel Johan.
"No iré."
—¡Tú…! —La voz de Hazel Johan se quebró y sus ojos se abrieron con incredulidad.
Por un momento, pareció realmente aturdida.
Entonces, la furia le invadió el rostro. Apretó los puños con tanta fuerza que los tendones se le marcaban como cuerdas bajo la piel pálida.
Aun así, no atacó. Todavía no.
Recordaba muy bien la última vez que había intentado obligar a Susan —no, a Eleanor— a someterse.
En aquel entonces, Susan se mantuvo firme e inquebrantable y dejó a Hazel humillada.
Ella había cambiado.
Esta mujer que tenía delante ya no era la muchacha dócil que una ve

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