Talitha solo quería provocar a su hermana. Era mentira ya que Hardy no la invitó a comer. Ella lo había llamado primero y solo entonces él sugirió almorzar con ella.
Su actitud había mejorado mucho en comparación con la última vez cuando rechazó rotundamente sus sugerencias.
Talitha tomó su bolso y salió del hotel con una sonrisa en su rostro. Se vio que Hardy conducía un auto de lujo y la había estado esperando en la entrada. Luego saltó rápidamente del auto y abrió la puerta del auto para Talitha.
Ella se sorprendió y se sintió encantada de que él fuera un caballero con ella.
Hardy ayudó a abrocharse el cinturón de seguridad mientras subía al vehículo. Talitha extendió la mano para abrazarlo y le dio un beso en la cara. No se negó y devolvió lo mismo.
¡Oh Dios mío! ¡Estas alimañas de sangre son realmente poderosas! Talitha pensó para sí misma y se sentía en la cima del mundo.
Habría usado las alimañas de sangre en él hace mucho tiempo si hubiera sabido que la ayudaría a ganar su cora