El punto de vista de Camila
Me quedé mirando a Martin y Luca. Estaban sentados frente a mí mientras el abogado de papá estaba sentado en el único sofá que había entre nosotros. La temperatura fría de la casa no ayudaba. Aumentaba la tensión.
Mis ojos recorrieron la casa. Esta es la casa de mi padre y es curioso lo incómodo que me siento aquí. Siento que esta no es la misma casa en la que solía vivir. Se siente realmente diferente ahora que perdí a mis dos padres.
—¿Podemos empezar ya? —preguntó Penélope con impaciencia.
Luca estaba sentado cómodamente y no le importaba nada. Solo tamborileaba con los dedos en el apoyabrazos del sofá. Está tan tranquilo que eso me irrita.
El abogado se aclaró la garganta y asintió. Me miró antes de empezar a abrir el sobre.
Estuve escuchando atentamente hasta que el abogado comenzó a mencionar la parte importante del testamento.
“...Tengo una casa en Brasil, en los Estados Unidos de América, en Hong Kong y en Italia. Tengo activos en bancos que cotizan