Capítulo 23
Temía que Sara lo descubriera, así que siguió caminando sin detenerse. Avanzó hasta un rincón apartado donde casi no había gente, y solo entonces se permitió que las lágrimas corrieran libremente.
Reprimió su propia garganta, tratando de no hacer ningún ruido.
En el mundo de los adultos, el derrumbe siempre llegaba en silencio.
No muy lejos pasaron dos personas, y sus voces se escucharon con claridad.
—Tomás, gracias por venir hoy a ver a mi madre. Su estado de ánimo está mucho mejor que hace unos días. El médico dijo que estar contenta ayuda a su recuperación.
La voz de la mujer sonaba evidentemente mimosa, suave y tierna.
Tomás dijo: —¿Por qué me lo agradeces? Acabo de hablar con el director Manuel; me dijo que un equipo de especialistas extranjeros vendrá pronto al hospital para una ronda de consultas. Cuando llegue el momento, le pediré que busque la manera de organizarnos algo.
La consideración del hombre hizo que la mujer se sintiera aún más conmovida.
—Tomás, eres tan bueno conm

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil