Capítulo 44

A mitad del camino, Tomás salió a pagar la cuenta y Sebastián lo siguió. Corrió unos pasos para alcanzarlo y, bajando la voz, le soltó el chisme: —Tomás, Lucía también está comiendo por aquí, con Hugo. Tomás reaccionó con mucha calma al escucharlo. Al parecer, Lucía tenía muy poca importancia para él. Sebastián, sintiéndose orgulloso, no pudo evitar burlarse de Lucía. —Ni sé cómo consiguió acercarse a Hugo, y encima anda caminando tan pegada a él. —¿Será que este es el nuevo método que se inventó para conquistar a un hombre? Sebastián consideró que aquella posibilidad era bastante grande. —Antes, para llamar tu atención, se acercó a un cazatalentos a propósito, pero como no le hiciste caso, ahora empezó a cambiar de estrategia. ¡Qué mente tan calculadora! —¿Tienes un cigarro? —preguntó Tomás de repente. Los pensamientos de Sebastián se desordenaron de golpe. —¿No que no fumabas? —Estoy un poco irritado. Sebastián quiso preguntarle por qué, pero al ver que la expresión de Tomás no era b