Capítulo 92

Cuando Lucía había sido secretaria de Tomás en el pasado, también había tenido la suerte de asistir a este tipo de cenas. Sin embargo, en aquel entonces ella no tenía derecho a sentarse a la mesa; la mayoría de las veces solo estaba a un lado ayudando a Tomás a rechazar copas de alcohol. Cuando no bebía, incluso debía esperar afuera de la puerta. Al fin y al cabo, en este tipo de cenas donde se reunían grandes magnates del capital, de lo que hablaban eran secretos comerciales a los que la gente común no tenía acceso. Y, sin embargo, Tomás había llevado a Norma con toda naturalidad, construyéndole él mismo una red de contactos y creándole oportunidades… Lucía no pudo evitar pensarlo. ¿Hasta qué punto amaba Tomás a Norma para allanar así el camino para ella entregándolo todo? A Benito, aunque le interesaba el proyecto de Lucía, al final era un hombre de negocios y valoraba las ganancias. Él cerró el plan de negocios y, sin rodeos, expresó directamente su punto de vista. —En realidad, yo