Capítulo 100

Sandra echó un vistazo a la pantalla iluminada del teléfono de Norma. —¿No vas a contestar? —Seguro que es Lucía. Debe de haber ido a buscar a Federico. —Norma conocía demasiado bien el carácter de Lucía. Lucía tal vez fingía un poco frente a los demás, pero con ella nunca se molestaba en disimular. Era como si Norma le debiera algo a su familia desde su nacimiento. Colgó la llamada. Sandra, al ver esto, dejó que su sonrisa se ensanchara y le dio un golpecito en el brazo. —Cuando te enfrentaste a Lucía antes, no estaba del todo convencida de que realmente quisieras terminar con Federico. —Pero ahora que te veo colgar sin inmutarte, sí que te creo. Norma, eres la mejor. —La comisura de los labios de Sandra se curvó ligeramente hacia arriba. Norma sonrió con resignación. —¿Tan enamorada me veías antes como para no poder creértelo ahora? Sandra sonrió con dulzura. —En esa época, cualquier cosa que tuviera que ver con Federico te ponía nerviosa. Era como si ya fueras la señora de la famili