Capítulo 52

Norma se rio con desprecio. —Parece que la directora Marta aún tiene mucho por aprender. —Lo que no sé es si podrá aprender todo antes de que me vaya. ¡Otra vez la renuncia! Federico la miró con la frente arrugada. ¿Acaso tenía que utilizar los asuntos laborales para amenazarlo? Esta vez no dijo nada. Sin embargo, Norma lo miró y, con tono distante, dijo: —Señor Federico, si no hay nada más... —¡Sí hay! —Federico empujó una pila de documentos hacia adelante. Sabía que Norma llevaba días bastante relajada y seguía pensando en su renuncia. Decidió que sería mejor que se ocupara con algo de trabajo, para que dejara de darle vueltas a esas ideas. Norma arrugó la frente al ver la cantidad de trabajo. ¿Podría terminar todo eso antes de su renuncia? Justo cuando iba a decir algo... Federico levantó la mano. —Fuera. Claramente no quería seguir discutiendo. Norma apretó los labios. De acuerdo, lo que sea. Al fin y al cabo, cuando llegara el momento, se iría. Federico era implacable, pero que no