Capítulo 80
Norma se dio vuelta, visiblemente molesta, y respondió: —Señor Federico, en realidad ya planeaba irme de la empresa. Mi único deseo es pasar mis últimos días aquí de manera tranquila. Si insistes en obligarme a trabajar horas extra, no tendré más opción que llamar a la oficina de trabajo.
—¡Norma! —Federico dijo entre dientes—: ¿De verdad estás tan ansiosa?
—¿Tanto quieres ver al señor Alonso?
Norma no sabía lo que Federico pensaba, solo sentía que él estaba buscando problemas. Decidió no darle más importancia y se fue.
Lo que pensará él ya no era su problema.
Federico, enfurecido, dio un puñetazo fuerte sobre la mesa.
Norma, al llegar al hospital, vio a Alonso esperando junto a su auto y sonrió con cansancio.
—Señor Alonso, ¿cómo es que viniste hasta aquí?
Alonso sonrió y dijo: —Pensé en venir a ver a la señora Amelia, pero parece que llegaste antes que yo.
—Ya que estamos aquí, sube al auto.
Norma asintió con una sonrisa.
A lo lejos, Federico había estacionado su auto. Al ver que Nor

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