Capítulo 84
El departamento de Recursos Humanos le comunicó la noticia a Abel.
Él vaciló un instante, pero finalmente decidió contársela a Federico.
Aunque Federico trataba muy bien a Marta, en el fondo parecía seguir llevando en su corazón a Norma. Tal vez esta era su última oportunidad.
En realidad, Abel veía con mejores ojos a Norma como futura dueña de la casa. En cuanto a Marta, Abel sentía que ella miraba a la gente por encima del hombro.
Trabajar con alguien así en el futuro sería problemático.
Cuando Federico recibió el mensaje de Abel, su expresión cambió bruscamente.
¿Ella ya se había mudado allí?
¡De verdad se había ido a vivir a la casa de Alonso!
Volvió a llamarla, pero Norma no había quitado el silencio de su teléfono; justo en ese momento había ido al baño a lavar unas cosas.
Llamó dos veces seguidas sin obtener respuesta, y la ira de Federico creció sin freno. Pero no podía obligarla a contestar.
Solo podía pedirle a Abel que se comunicara con ella.
—Dile que venga a la oficina a t

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