Capítulo 1030
—No es nada, solo quería preguntar. Pero si no quieres responder, olvídalo. Solo era un supuesto.
Roberto la miró y luego volvió a conducir para llevarla de regreso a su apartamento.
Detuvo el coche junto al andén. Se quedó allí hasta ver que la luz del salón se encendía. Podía imaginar lo que ella hacía después de entrar en la sala.
Roberto bajó la ventanilla y la llamó por teléfono.
Ella le respondió: —¿Hola? ¿Pasa algo?
—Sobre lo que mencionaste antes, lo he pensado. Si realmente fueras así, te ayudaría en secreto, pero no intervendría en tu vida.
Después de todo, esa había sido su intención cuando fue a la universidad a buscarla.
Al escuchar su repuesto, Alicia se imaginó más o menos cómo habría actuado Roberto en su vida pasada.
En efecto, él no intervino en su vida e igual la ayudó mucho.
Fue ella quien no estuvo a la altura, negándose siempre a ver que sus hermanos no merecían tanto de su parte.
El teléfono quedó en silencio.
Roberto pasó saliva y le preguntó: —¿Estás enojada?
A

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