Capítulo 1103
Cuando Alicia oyó el timbre del teléfono, giró la cabeza para mirar de reojo.
Roberto le tenía agarrada la mano, y sus dedos estaban entrelazados.
Él le susurró en voz baja: —¿No puedes concentrarte un poco?
Alicia se acurrucó en sus brazos y le acarició los abdominales; su físico seguía siendo igual de bueno que siempre.
La mano de Roberto se deslizó bajo la ropa de ella, sujetándole la cintura, y su respiración se volvió mucho más pesada.
Alicia solo sentía que la mesa estaba un poco fría, pero, estando en sus brazos, su corazón rebosaba de alegría.
Al día siguiente.
Cuando Alicia despertó, levantó la cabeza y vio un dormitorio que le resultaba algo extraño.
Sin embargo, alguien la abrazaba con fuerza a su lado, lo que la hacía sentirse muy feliz.
—¿Ya despertaste?
La voz de Roberto, grave y ronca, sonó cerca, y él le dio un beso en la oreja. —Anoche... ¿todavía te duele?
—Estoy bien.
Alicia escondió media cara bajo la manta, algo avergonzada.
La noche anterior, finalmente, ella y Ro

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil