Capítulo 1148
Él se quitó la chaqueta y envolvió sus manos, apartó algunos trozos de vidrio y luego la colocó sobre la ventana del auto deformada. —Extiende la mano.
El niño, con una expresión de terror, extendió la mano rápidamente.
Roberto lo rescató con fuerza.
Alicia, que estaba a un lado, presenció la escena y, de inmediato, recordó que, cuando era niña y sufrió aquel accidente, fue Roberto quien la salvó de la misma manera.
Solo que en aquel entonces, él rompió el vidrio con las manos desnudas, sin protegerlas con ropa.
Al segundo siguiente, Roberto la miró. —Llévate al niño y aléjate de aquí.
Cuando Alicia tomó al muchacho, percibió un olor penetrante que la hizo cambiar de semblante al instante.
"¿Ese olor era gasolina?"
Alicia se asustó mucho y, al ver el auto volcado en el suelo, pensó si acaso el auto iba a explotar.
Observó la espalda de Roberto mientras se acercaba y sintió que el corazón se le subía a la garganta.
Gritó: —¡Roberto, vuelve!
¡Podría ocurrirle algo!
Pero Roberto no se gir

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