Capítulo 1198
Ahora que, de repente, le había ocurrido algo a Belén, el siguiente heredero en la línea de sucesión pasaba a ser el hijo de Yalena.
A Alicia le resultaba sumamente incómodo pensar en ello.
Alicia dijo con tono indiferente: —La situación es muy mala.
Yalena rompió a llorar de inmediato y, entre sollozos, murmuró: —Ella siempre había estado bien, ¿cómo pudo pasarle algo así de repente?
—Un accidente.
Alicia también se mostró bastante fría con Yalena.
Yalena lo percibió y, mirando a Belén, que yacía en la unidad de cuidados intensivos, comentó: —Señorita Alicia, ahora que Belén ha tenido este accidente, seguro que la señora Lourdes no se va a quedar de brazos cruzados. Espero que puedas ayudarla a proteger todo lo que está a su nombre, para que no sufra cuando despierte.
—Eso no tienes que decírmelo, por supuesto que lo haré.
Alicia miró a Yalena. —Vete, yo me quedo aquí a vigilar.
Yalena quedó sorprendida un instante y sonrió con amargura. —Señorita Alicia, yo también me preocupo mucho

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